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Lookschool, segunda parte. Volvemos a la carga

4 años después de parar máquinas, el equipo de LS vuelve a la carga.

Han sido unos meses necesarios para dedicarnos a lo importante – la familia y la salud- Lookschool se toma un tiempo de descanso. | El Plumier de LS  y, ahora, con el trabajo hecho, la satisfacción de un resultado positivo y todos los miembros de nuestras familias sanos y dispuestos a aguantarnos, volvemos a la carga.

En estos meses hemos reflexionado y hemos visto como el problema del acoso escolar, ese que nos hizo crear Lookschool en 2013, sigue sin solución y aparentemente sin intención alguna de ser solucionado.

Como sabéis, Patricia Cáceres y Ramón Oria de Rueda, creamos esta sociedad para ayudar a erradicar el acoso escolar en las aulas españolas. En 2016 publicamos » Acabemos con el bullying» y en 2017 certificamos los primeros colegios que obtuvieron el sello «No bullying Pro», el primer certificado de calidad que garantiza la correcta implantación de nuestro protocolo de prevención e intervención contra el acoso escolar.

En estos meses algunas instituciones han dado pasos en la línea que marcamos hace 6 años y se han mejorado algunos protocolos, pero la inacción de autoridades, centros escolares, asociaciones de padres y demás implicados en la educación sigue siendo la constante unida al alarmismo amarillista cada vez que un caso de suicidio adolescente pone de actualidad este problema que empezamos a considerar epidémico.

Por nuestra parte volvemos a la acción con el firme propósito de hacer entendible que solo una visión sistémica que implique a todos los participantes en la educación puede ayudar a resolver este problema y con la voluntad de seguir demostrando que si trabajamos junto a familias, docentes y alumnos podemos atajar el acoso escolar y podemos ayudar a prevenir y resolver conflictos en las aulas.

Con ese deseo arranca esta segunda etapa de Lookschool.

Gracias a todos por vuestros ánimos y por echarnos de menos en estos meses de parón.

En unas semanas os podremos contar más y mejor.

El circulo vicioso del burocratismo mata. ( a propósito del acoso escolar)

“Cuando no quiero resolver un problema creo una comisión”. Esta frase se atribuye a Napoleón Bonaparte. Y desde hace muchos años vale para que el apabullante aparato de los estados, comunidades o ayuntamientos se escondan de sus responsabilidades.

La idea es sencilla: El bullying se convierte en un problema que cada vez despierta mayor rechazo social. Provoca gran escándalo tres o cuatro veces cada curso. La comunidad de turno convoca una comisión de expertos que crea un protocolo. Dicho protocolo comienza pidiendo al instructor del expediente, un funcionario, que decida si va a abrir un expediente de acoso o no, cosa harto difícil antes de investigar que ha pasado. El expediente no es de conflicto, es de acoso. Si el funcionario no abre dicho expediente el caso no se ha dado porque no constan “evidencias de hechos documentados”. Por lo tanto el funcionario vigilando por su futuro laboral e incluso penal, no suele activar nada, salvando intervenciones más que bien intencionadas, heroicas. Si los niños informan… no consta. Si los padres llaman… no consta. Si los profesores ven… no consta. Ya que si consta ya tenemos hecho documentado que se podrá utilizar en su contra en un momento dado.

Por tanto el protocolo no lo suele activar ningún colegio, al menos no lo activan los que más motivos tendrían para activarlo, y el organismo autonómico concluye que «hasta el momento actual no existen evidencias de hechos documentados o situaciones concluyentes que hagan suponer que se haya producido acoso escolar».

Si los padres se empeñan (dejando constancia por escrito) en que se active el protocolo, para proteger a su hijo, desde el centro educativo, que se juega una sanción, se intenta que consten otros antecedentes que hagan que el acoso no sea lo único que “influya de manera determinante en la trágica decisión adoptada por el menor” y se recopila información sobre separación parental previa ( un 30% de los niños tienen padres separados), problemas de conducta , problemas académicos o demás información, por otra parte plenamente coincidente con un niño que sufre acoso o aislamiento. De forma que de producirse un trágico final el centro esté protegido porque activó el protocolo, en el que no se recogió información que “Encuentre evidencias de hechos documentados o situaciones concluyentes que hagan suponer que se haya producido acoso escolar”.

El bucle del burocratismo vale para proteger a la comunidad educativa. El problema es doble: que esa protección desprotege a su cliente y objeto de atención- el niño- y que cuando un juez determine que sí hubo acoso junto al caso se caerá todo el sistema creado por la comisión de expertos.

Pero tranquilos. Se creará una nueva comisión que hará un trabajo, esta vez sí, efectivo. Eso si, tras crear un observatorio integrado por sindicalistas, especialistas y miembros de la comunidad con reconocido prestigio. Y vuelta a empezar.

COLABORACIÓN EN LA REVISTA PADRES Y MAESTROS Nº 373.

Compartimos con vosotros este articulo publicado en la revista de la Universidad de Comillas: «El papel de los padres en la prevención del acoso escolar: aprendiendo a resolver conflictos en la familia». Es un resumen de lo que desde Lookschool transmitimos a los padres de los colegios en los que implantamos nuestro protocolo contra el acoso escolar y nuestro certificadode calidad No bullying Pro. Esperamos que os interese.

articulo

Lookschool se toma un tiempo de descanso.

Desde hace ya más de 4 años hemos venido desarrollando un proyecto fantástico en el que hemos implicado a colegios, padres y alumnos en una tarea apasionante: aprender a manejar los conflictos y prevenir con ello el temido acoso escolar. Hemos crecido con ellos, hemos desarrollado una forma de trabajar absolutamente compatible con nuestros valores, hemos aprendido muchísimo y sobre todo nos lo hemos pasado en grande.

Ahora tenemos que hacer un paroncito y desde esta semana y durante los próximos meses Lookschool, y sus impulsores, descansarán. Empezamos un periodo centrado en lo importante, la salud y la familia, que teníamos un poco descuidada. Durante unos meses vamos a estar fuera de combate, que ya nos toca. Será solo en lo relativo a Lookschool, nosotros seguiremos con nuestras consultas y nuestras actividades habituales, pero vamos a aprovechar para reflexionar sobre el trabajo desempeñado hasta ahora y sobre como volver a la carga con más intensidad en unos meses.

Estamos a vuestra disposición en nuestra web y nuestro blog.

#AcabemosConELBullying

Innovando, que es gerundio

¿Qué es eso de la innovación educativa?

No puede ser algo muy distinto a cualquier otra innovación. Pero para eso habría que definir primero ¿qué es innovar? Según la RAE es “Mudar o alterar algo, introduciendo novedades”. Según esta definición, meter los libros de texto en una Tablet y que la lleven en sus mochilas los alumnos es innovar y sentar a los niños en círculo alrededor de una mesa para trabajar también es innovar. A esto en ocasiones le llamamos gamificación o trabajo cooperativo, pero no es ni una cosa ni la otra. También podemos implantar un protocolo anti acoso creado por la autoridad competente creyendo que es innovación al ser una novedad

A nosotros nos gusta más entender la innovación como “creación destructiva”, un concepto que entiende la innovación como una creación que acaba con el método anterior. Así, el trabajo en cadena es una innovación porque acaba con el método anterior, pero meter los libros en la Tablet no innova nada según esta concepción. Solo cambia el soporte y no, no es gamificación. Sentar a los niños en círculo tampoco es trabajo colaborativo, es sentarles en círculo.

Para que algo sea innovador debe crear una nueva forma de hacer y con el éxito de esta nueva forma sepultar la anterior. Por eso el método de www.lookschool.es es innovador. Cuando salimos de un colegio hemos acompañado a los padres, profesores y alumnos a trabajar de otra forma, de forma colaborativa, para crear juntos un método propio de su colegio. Un método que usarán para afrontar las situaciones de conflicto de una forma distinta a la anterior y con una relación también distinta entre los implicados en el proceso.

Ahora que todos los implicados en la educación hablan de innovación desde Lookschool reivindicamos la creación destructiva como autentica filosofía de la innovación y animamos a colegios y padres a dar un paso más allá de la simple introducción de novedades, innovemos juntos para prevenir el acoso escolar.

Nuestra opinión respecto al “Día escolar de la no violencia y la paz”

El 30 de enero es el Día escolar de la No violencia y la Paz, reconocido por la UNESCO en conmemoración de la muerte de Ghandi. La organización recuerda la necesidad de la “educación para la tolerancia”, la solidaridad, el respeto a los Derechos humanos, la “No violencia” y “la Paz, como valor supremo”

Desde Lookschool trabajamos para ayudar a los colegios a crear sus protocolos para la prevención del acoso www.lookschool.es y lo hacemos con una visión sistémica basada en la participación de familia, alumnos y profesores en la elaboración y mantenimiento de las políticas de prevención http://elplumierdels.lookschool.es/?p=303 .  Creemos que para acabar con las más graves consecuencias de la violencia entre menores, para minimizar las situaciones de acoso debemos asumir que el concepto “no violencia” y el valor como meta de “la paz” deben cuestionarse para aprender a gestionar la violencia propia, la vicaria y la ajena, así como otros conceptos que tenemos asumidos y tal vez debamos empezar a cuestionarnos. La violencia existe y siempre existirá, y la fantasía de una sociedad “no violenta” o la fantasía de una escuela no violenta equivale a dar ventaja al violento y a la negación de aspectos esenciales de lo humano; y en la escuela estamos formando seres humanos completos, con sus impulsos, sus deseos, sus miedos y por supuesto con su violencia, a veces supervivencial y casi siempre innecesaria. Desde esta concepción la “no violencia” es, simplemente,  la negación de la violencia e imposibilita por tanto una correcta gestión de esta. La cultura que no tolera la violencia es simplemente una cultura que niega la realidad, una cultura infantil y mágica.

Nuestra idea pasa también por olvidarnos de la tolerancia y sustituirla por el respeto. Somos seres distintos y debemos asegurar el respeto, no la tolerancia, porque hay muchas formas de violencias que son, sencillamente, inaceptables y deben pasar al ámbito de lo disciplinario por intolerables.

La “educación en valores” es otra de las máximas que subyacen a esta ideología y parece basarse, además del respeto a los valores humanos (faltaría más) en la mencionada “tolerancia”. Desde nuestra forma de trabajar y entender el mundo de los niños para los que trabajamos, la tolerancia equivale a la aceptación acrítica, el respeto es la aceptación del otro con sus diferencias.

Respeto si, tolerancia solo a lo tolerable.

Respeto si, amor solo a lo que amemos.

La paz es una consecuencia habitualmente ligada a la justicia, el amor es una elección personal.

Los “agentes de la paz” son en concordancia con lo expuesto “agentes de la justicia” en nuestra filosofía, porque la paz no es el fin, así como la guerra no es lo opuesto a la resolución de conflictos. La guerra es, de hecho, la última y la peor manera de resolver conflictos. El fin, insistimos, no es la paz, el fin es el respeto y la justicia.

En definitiva, lo que desde nuestra modestísima aportación queremos transmitir es que la cultura de la paz debe sustituirse por una cultura de la justicia, con todos sus elementos: participación activa como ciudadanos, aceptación de la violencia y aprendizaje de su gestión y de su sanción y tratamiento de los niños como verdaderos protagonistas de este problema, como seres humanos capaces, como sujetos activos en la solución de los conflictos que ellos mismos generan. Sujetos que deben ir ganando autonomía de sus tutores profesores y padres para ser ciudadanos comprometidos con la justicia en su entorno.

Acabemos con el bullying. (La solución al acoso escolar no pasa por empezar otra cruzada)

Todas las cruzadas fallan porque intentan solucionar cosas complicadas con fórmulas sencillas” A.Escohotado

Y así será con la lucha contra el acoso si lo convertimos en una nueva cruzada. Por plantear un fin, por crear un protocolo, por crear mecanismos el problema no desaparece. Estamos en un momento de burocratizacismo preocupante y todo lo que nos preocupa creemos solucionarlo con procedimientos o con el antiguo método que se atribuye a Napoleón: “si no quieres resolver un problema crea una comisión de expertos”.

El del acoso escolar es un problema complicado y aprender a manejar el conflicto y los problemas complicados no se resuelven con fórmulas sencillas. El deseo, vestido de cumplimiento de los protocolos, no se convierte en realidad por el hecho de desearlo. Tenemos que trabajar con la realidad, que es nuestro campo de acción y no con el deseo, por bienintencionado que sea.

La cruzada en este caso, como en tantos, agrava la enfermedad. Porque alguien ejerza su autoridad, aún de forma autoritaria, el resto de los integrantes de esa sociedad no pasan a obedecer. Y la escuela es una sociedad en sí misma, la mejor para que el niño aprenda a “socializarse” y debería contar con la seguridad de un contexto protector.

Lo cierto es que el acoso escolar es un problema viejo. Un problema ante el que reaccionamos cada vez que se da un nuevo caso de suicidio adolescente y que nos preocupa, que nos alarma sinceramente durante unos días cada año. El acoso escolar se ha convertido en un asunto que enfrenta a los padres con los centros escolares. Un asunto que ha hecho emerger la desconfianza entre todos los partícipes en la educación.

Ante cada uno de los grandes problemas de nuestra historia siempre ha habido dos posibles respuestas, la colaborativa la que se centra en resolver poniendo a todos a trabajar en busca de una meta común; En este caso, la seguridad de nuestros niños y la respuesta paranoica, la desintegradora esa por la cual se convierte el acoso en un problema que poder tirarnos a la cabeza.

Desde hace unos años Patricia Cáceres y Ramón Oria de Rueda nos embarcamos en la aventura de construir un protocolo de prevención e intervención para casos de acoso y crear un certificado de calidad que avalara la correcta implantación de este. A día de hoy ya sabemos que nuestro modelo se puede llevar a la práctica y que se puede implantar adecuadamente contando con la implicación de las escuelas, sus alumnos y sus familias. Pero en todos los centros insistimos en que tanto protocolo como certificado son solo herramientas para cambiar el funcionamiento del sistema. No son un fin, sino un medio.

Haciendo un poco de memoria podemos señalar cómo el problema del acoso se puede ver, y desgraciadamente se ha visto hasta ahora desde dos posiciones; la primera es la de los padres del niño acosado y se podría resumir así:

“El colegio tiene que intervenir y resolver un problema que se produce entre sus paredes”

La segunda es la del colegio: “los recursos son limitados, los profesionales cumplen con las condiciones que marcan las normas y además necesitan una formación que no reciben”

Entre de ambas posturas se encuentran los profesores; unos más inclinados a un lado y otros a otro. Pero quien realmente se encuentra en medio de esta batalla son los niños; que no pueden salir de esta situación y se van convirtiendo en ariete de padres y colegios.

Ha llegado el momento de buscar una solución que integre a todos en una visión sistémica y con un centro y objetivo claro: la socialización correcta de los niños, incompatible con el acoso; su verdadera educación emocional.

Los números estadísticos nos dan visiones muy distintas. Hay quien sitúa los datos en números de epidemia y hay quien, aún, niega que exista este problema. Para nosotros los datos más fiables y menos alarmistas son los que dicen que uno de cada cinco alumnos de Primaria y algo más de uno de cada diez de Secundaria sufren (siempre o a menudo) prácticas de acoso o maltrato entre iguales en el aula.

El acoso escolar no es nada nuevo, lo que sí es novedoso es la cada vez mayor intolerancia social ante este problema. A esta novedad se le suma la llegada de las tecnologías de comunicación y las redes sociales a nuestras vidas. Mientras, los decretos de convivencia y las guías de intervención publicadas por las distintas administraciones no han tenido el efecto deseado y el hostigamiento se va convirtiendo en un problema creciente.

Parece que tratar un problema social y relacional como este mirándolo desde una visión lineal de víctimas y acosadores y pretender que la solución se produzca, solo, con el actual sistema de sanciones no ha llevado a su solución y esa falta de soluciones ha favorecido la extensión del problema.

¿Nos ponemos a ello? ¿Dejamos de echarnos el problema a la cabeza unos contra otros? ¿Aceptamos que sin una visión sistémica no hay solución?

«Saraha”, la última App para dar rienda suelta a acosadores

Saraha; en árabe “sinceridad” es la última aplicación que en unas semanas hará a tu hijo acosador o acosado en las redes y como siempre los padres no la conocemos. Y es que es imposible conocerlas. Cada pocos meses surge una nueva; Después de Formspring, Yik Yak, After Schoool, Secret, llega la última app que da la oportunidad de recibir comentarios anónimos “Sarahah”.

La idea según los creadores es crear un espacio para emitir y recibir comentarios anónimos que harán que crezca tu popularidad; la realidad es que es un nuevo lugar en el que aprovechar la necesidad cada vez más grande de niños y jóvenes de aceptación para hacer caja. Las empresas tienen claro que crece el número de usuarios si aparece el conflicto y crean redes diseñadas para fomentarlo.

Mientras los padres seguimos regalándoles teléfonos con acceso a internet a niños de 9 años y seguimos confiando en la fantasía del control parental.

Pero, ¿por qué acosan?

Los niños que acosan, especialmente los adolescentes, suelen buscar inconscientemente la construcción de una identidad basada en tres sentimientos:

  • El sentimiento de poder. Que en su versión más insana se muestra en el desafío a la autoridad y en lo que hoy llamamos conductas disruptivas….Este sentimiento se muestra a través del desafío a la autoridad que hace crecer en el adolescente la sensación de poder. Por eso suelen ser niños o adolescentes que tiene conflictos con la autoridad y que son muy reacios a la evaluación. Y si eso fuera poco, tenemos redes sociales, como esta, creada para generar conflictos. Algunas de las redes sociales están diseñadas para captar un público tan interesante comercialmente como es el público adolescente y sus creadores saben que el público adolescente gusta del conflicto.La “ventaja” del ciberbullying es que las redes les devuelven a los adolescentes disruptivos y potenciales acosadores, en tiempo real, cuál es su situación en la pirámide de poder del grupo. El número de seguidores, la posibilidad de dejar fuera del grupo a otros y otras posibilidades de las redes sociales hacen muy atractivo su mal uso para estos adolescentes. Este sentimiento y su manifestación patológica se muestran también a través de conductas disruptivas de provocación o reto, que se suele mostrar en su relación con los profesores. Son niños que parecen obsesionados por escalar en esa pirámide de poder que son las relaciones con sus iguales y que usan contra sus compañeros el bullying y el tan temido ciberbullying.

 

  • El sentimiento de pertenencia. La pertenencia se desarrolla en la primera infancia y se hace en la familia y con los amigos. Sobre todo en la familia. En este punto tal vez, sería bueno reflexionar un rato sobre esa obsesión de los padres actuales por que sus hijos tengan amigos desde los 10 meses, obsesión que pone la agenda de algunos padres al servicio de la vida social de un niño que aún no sabe hablar.Pero, volviendo al tema, si esa pertenencia primero a la familia y después, poco a poco, a los amigos no está adecuadamente alcanzada el paso de los años hace crecer la angustia y esta lleva a buscar la pertenencia a través de atajos. Si la pertenencia al esquema familiar no está bien desarrollada, la pertenencia al grupo de iguales se puede convertir en una obsesión. Y esta obsesión les puede llevar a hacer cualquier cosa para no estar “fuera del grupo” 

 

  • El sentimiento de identidad. La identidad de los niños acosadores es, en el mejor de los casos, una identidad que no está definida en la relación familiar y que busca un lugar en la pirámide de las relaciones adolescentes por el camino más corto. También puede ser que no estén de acuerdo con la identidad “recibida” en casa y que estén buscando desarrollar otra más coherente con el mundo en el que viven, que si ya era competitivo por el hecho de la edad, ahora se convierte en doblemente competitivo con la llegada de la tecnología de las redes sociales, en las que eres lo que el grupo y su fanático funcionamiento tribal te dicen que eres. *

El acosador suele mostrase en la adolescencia que, como vamos viendo, aparece cada vez antes ya que las condiciones de vida, el acceso a información, la ropa y tantos otros factores parecen empujar a que la niñez sea cada vez más corta y vemos ya a niños de 6 años que juegan a juegos on-line de adultos (indicados para adultos), que visten como jóvenes y que desprecian juegos de su edad por infantiles.

Estas son las tres claves sobre las que se construye un acosador y la educación emocional, la participación de la familia y la implicación de la escuela son las únicas herramientas para no dejar huérfanos digitales a toda una generación que está en esa guerra.

www.lookschool.es

*extracto de “Acabemos con el bullying”

 

 

 

“Si el test dice que no hay acoso, es que no lo hay”. Cómo convertir la protocolización en una enfermedad mortal.

Cada vez son más los colegios que se dotan de herramientas para evaluar si se dan casos de acoso en sus aulas, medida que resulta muy interesante si se usa para comenzar a trabajar y no para eludir responsabilidades; Medida inútil si solo vale para evitar sanciones. En varias comunidades el protocolo incluye test en línea que funcionan como un screening o criba y que nos pueden dar pistas de lo que ocurre.

no bullying pro_padres_2Los protocolos son muy interesantes en función de que hagamos con ellos. Pasa igual con los certificados de calidad, que pueden servir para ayudar a mejorar a la institución y objetivar esa mejora o pueden valer para ponerlos en la pared de la recepción del centro educativo.

Antonio Molina —director del instituto Ingeniero de la Cierva en el que se suicidó una niña acosada el pasado curso y ahora jubilado— sostiene en una entrevista en El Pais* que «no existió acoso» con este argumento: «Si ha habido acoso alguna vez, se habría generado fuera del centro«. Añade que los cuatro grupos del curso que cursaba la niña hicieron un test on line sobre bullying. «En el de Lucía no apareció nada que delatara acoso«.no bullying pro_alumnos

Pues bien, el acoso puede aparecer en los test o no en función, entre otras cosas de la sinceridad de las respuestas y este test on- line no incluye una escala de sinceridad que pueda descartar el engaño. Donde aparece el acoso con seguridad es en el conocimiento de sus compañeros que sabían que estaba siendo acosada y no pasaron a la acción o ese paso no fue escuchado por los adultos que les rodeaban.no bullying pro_docentes

Implantar protocolos es importante, pero como hemos demostrado en Lookschool, deben ser creados por el colegio implicando a padres, docentes y alumnos y debe poner a estos últimos en el centro de la prevención y la intervención. Dejemos de buscar excusas y pasemos a la acción. Acabemos con el bullying.

*http://politica.elpais.com/politica/2017/01/13/actualidad/1484312752_697303.html

Insistimos en prestigiar a los maestros (Tras el suicidio de otra profesora)


Este fin de semana nos encontramos con la noticia del suicidio de la directora de un centro educativo. http://lanuevaverdad.es/not/4721/una-mujer-muere-en-algeciras-al-caer-desde-un-sexto-piso-en-el-paseo-maritimo/ Antes de hablar del papel de los maestros en la erradicación del acoso escolar y de su rol como víctimas de este, deberíamos reflexionar sobre su profesión, sobre los riesgos de esta y sobre como los padres podemos hacer para ayudar o para arruinar su trabajo y en ocasiones su vida… y tampoco estaría de más aprovechar para darles las gracias.

…Porque los maestros recibís a nuestros hijos en la mayor parte de los casos antes de los tres años. La mayoría  aún no hablan y  les dais las herramientas más importantes que van a tener para acceder al conocimiento. Aprenden a leer, escribir, sumar y restar… las cuatro reglas que decían los maestros de nuestros maestros. La habilidad más importante que van a aprender en su vida… para nosotros, los padres, es  MAGIA.

Los padres les recordamos (y si no lo hacemos deberíamos) a nuestros hijos que, fuera del hogar la persona más importante en su vida es su maestro. Es importante para ellos y es importante para todos nosotros como sociedad…. Los maestros recogéis todo el conocimiento acumulado por cientos de generaciones y tenéis la responsabilidad de transmitírselo a la siguiente.

Sois la persona más importante para nuestros hijos, pero también sois la profesión más importante del mundo, la única sin la cual la historia retrocedería.

Es verdad que enseñáis a nuestros hijos las 4 reglas y siendo eso importante, es poco comparado con otras cosas. Porque además les enseñáis a esperar, a respetar a los compañeros, a ser solidarios, a tener curiosidad, a perdonar, a defenderse, a dialogar, les enseñáis que los conflictos son una oportunidad para aprender, que la disciplina no está reñida con la creatividad, que lo que mejor se aprende es lo que se aprende en grupo y que las diferencias entre ellos son lo que les hace únicos… les enseñáis a ser mejores personas.

Y siendo esto tan importante, hay algo más importante y es que los niños no aprenden estas cosas por lo que les contáis, que ayuda, desde luego. No  aprenden de los métodos pedagógicos, que ayudan también, los niños aprenden de vuestro ejemplo… y por eso cada uno de vuestros alumnos os lleva con él para siempre. ¡Muchas gracias maestros!. Por nuestros hijos, por nuestras familias y por nuestro mundo….*

Por eso y por otras muchas razones, estamos obligados a garantizar que en nuestros colegios ningún niño sufra acoso, pero esto no puede despistarnos de mantener el prestigio de los profesores y su seguridad.

La protección de los profesionales de la educación debería ser algo incuestionable y no debemos olvidar que estamos encontrándonos, cada vez más habitualmente, con profesionales que sufren acoso de sus alumnos y, lo que es peor, de los padres de sus alumnos. Llevamos años denunciándolo en nuestro trabajo en Lookschool y a través de este blog.  http://elplumierdels.lookschool.es/?p=78

Solo a través de un trabajo que integre a padres, alumnos y profesores conseguiremos acabar con esta lacra que afecta a todos.

 

*Extracto de “ Acabemos con el bullying” de Ramón Oria de Rueda y Patricia Caceres Ed-Éride